Le escribo para manifestar mi protesta por la inexistencia de contenidos en catalán en la programación de Telecinco y por la adhesión de Telecinco al “Manifiesto por la lengua común” que un grupo de intelectuales nacionalistas españoles publicó en el periódico EL MUNDO el pasado 23 de junio.
Este manifiesto exige la negación de derechos a las minorías lingüísticas de España, consagrando al mismo tiempo su desigualdad ante la ley, con el argumento de que el castellano es una lengua superior y que sus hablantes, por lo tanto, deben poseer más derechos que los ciudadanos que hablan el catalán, el gallego o el vasco como primera lengua. Si se hiciese el mismo razonamiento respecto a las mujeres, el manifiesto sería sexista, y si se hiciese en relación con las personas negras, nadie albergaría duda alguna de su carácter racista. En este sentido el manifiesto es contrario a la Constitución española, que proclama la igualdad de todos los ciudadanos ante la ley.
El manifiesto, pero, no sólo considera a los catalanohablantes, gallegohablantes y vascohablantes como ciudadanos de segunda, sino que manifiesta una posición totalmente contraria a la diversidad cultural y el multilingüismo, realidades plenamente enraizadas en la Europa de nuestros días.
La adhesión al manifiesto por parte de su cadena es, en consecuencia, un hecho muy grave, ya que un medio de comunicación privado en régimen de concesión del espacio radioeléctrico público tiene el deber de fomentar los valores democráticos, de tolerancia y de protección y respeto a las minorías.
Entiendo pues que su emisora nos considera a mí y a cualquier otro televidente catalanohablante, gallegohablante o vascohablante ciudadanos de segunda, y por lo tanto deduzco que no están ustedes interesados en mi consumo televisivo.
Cordialmente,
Aquest manifest exigeix la negació de drets a les minories lingüístiques d’Espanya, tot consagrant la seva desigualtat davant la llei, amb l’argument que el castellà és una llengua superior i que els seus parlants, per tant, han de tenir més drets que els ciutadans que parlen el català, el gallec o el basc com a primera llengua. Si es fes el mateix raonament en relació a les dones, el manifest seria sexista; i si es fes en relació a les persones negres, ningú tindria cap dubte del seu caràcter racista. En aquest sentit el manifest és contrari a la Constitució espanyola, que proclama la igualtat de tots els ciutadans davant la llei.
El manifest, però, no només considera els catalanoparlants, gallegoparlants i bascoparlants com a ciutadans de segona, sinó que expressa una posició totalment contrària a la diversitat cultural i el multilingüisme, realitats plenament arrelades a l’Europa dels nostres dies. Opinions com les del manifest són perilloses perquè poden conduir a la discriminació i la violència contra les minories, com malauradament ja hem vist en altres contextos i moments històrics.
L’adhesió de la seva cadena, doncs, és molt greu, perquè un mitjà de comunicació privat en regim de concessió de l’espai radioelèctric públic té el deure de promoure els valors democràtics, de tolerància i de protecció i respecte a les minories. La seva adhesió a aquest text no només és una enorme falta de respecte contra la llengua i la cultura d’alguns dels més populars professionals que treballen a Telecinco, sinó també contra la mateixa audiència de Telecinco a Catalunya, és a dir, els seus propis televidents.
Egregio Signor Consigliere Delegato Paolo Vasile,
Le scrivo per esprimere la mia protesta per l’adesione di Telecinco al “Manifiesto por la lengua común” [Manifesto per la lingua comune] che un gruppo di intellettuali nazionalisti ha pubblicato sul quotidiano EL MUNDO lo scorso 23 giugno.
Tale manifesto esige che vengano negati i loro diritti alle minoranze linguistiche della Spagna, sancendo il principio della loro ineguaglianza di fronte alla legge, con l’affermazione della superiorità della lingua castigliana i cui parlanti quindi, dovrebbero essere titolari di maggiori diritti rispetto ai cittadini che parlano il catalano, il galiziano o il basco come prima lingua. Se lo stesso ragionamento venisse applicato alle donne il manifesto sarebbe sessista; e se lo fosse alle persone negre, nessuno nutrirebbe dubbio alcuno sul suo carattere razzista. Si tratta quindi di un manifesto contrario alla Costituzione spagnola, che proclama l’eguaglianza di tutti i cittadini di fronte alla legge.
Il manifesto però non si limita a considerare i parlanti catalano, galiziano e basco come cittadini di seconda categoria, e si spinge sino ad esprimere una posizione totalmente contraria alla diversità culturale ed al multilinguismo, realtà pienamente radicate nell’Europa dei nostri giorni. Opinioni come quelle del manifesto sono pericolose perché possono condurre alla discriminazione ed alla violenza ai danni delle minoranze, come purtroppo abbiamo già visto in altri contesti e momenti storici.
L’adesione della sua catena quindi è gravissima, perché un mezzo di comunicazione privato in regime di concessione dello spazio radioelettrico pubblico ha il dovere di promuovere i valori di democrazia, tolleranza, tutela e rispetto delle minoranze. La sua adesione a questo testo non solo rappresenta un’enorme mancanza di rispetto nei confronti della lingua e della cultura di alcuni dei più popolari professionisti che lavorano a Telecinco, ma anche contro lo stesso pubblico di Telecinco in Catalogna, cioè i suoi stessi telespettatori.
Ne deduco che la sua emittente considera me ed ogni altro telespettatore di lingua catalana, basca o galiziana come un cittadino di seconda classe e che quindi non siete interessati al mio consumo televisivo.
Le comunico quindi che d’ora in poi farò a meno di guardare Telecinco, un comportamento che raccomanderò ai miei familiari, amici e colleghi di lavoro. D’altra parte mi riservo la facoltà di protestare presso il Ministero d’Industria per l’uso inadeguato che Telecinco fa della sua concessione di spazio radioelettrico e di esercitare pressioni sugli inserzionisti affinché rinuncino alla contrattazione di spazi pubblicitari a Telecinco.
Cordiali saluti,
Carta al Ministro y al Ministerio de Industria, Turismo y Comercio del Estado Español:
Escribo para manifestar mi enérgica protesta por la adhesión de Telecinco al “Manifiesto por la lengua común” que un grupo de intelectuales nacionalista españoles publicó en el periódico EL MUNDO el pasado 23 de junio y para pedirle que emita instrucciones a los organismos reguladores de las concesiones de espacio radioeléctrico público para que intervengan ante un uso claramente ilegítimo de este espacio público.
El manifiesto al que se ha adherido Telecinco exige la negación de derechos a las minorías lingüísticas de España, consagrando al mismo tiempo su desigualdad ante la ley, con el argumento de que el castellano es una lengua superior [?] y que sus hablantes, por lo tanto, deben poseer más derechos que los ciudadanos que hablan el catalán, el gallego o el vasco como primera lengua. Si se hiciese el mismo razonamiento respecto a las mujeres, el manifiesto sería sexista, y si se hiciese en relación con las personas negres, nadie albergaría duda alguna de su carácter racista. En este sentido el manifiesto es contrario a la Constitución española, que proclama la igualdad de todos los ciudadanos ante la ley. El manifiesto, pero, no sólo considera a los catalanohablantes, gallegohablantes y vascohablantes como ciudadanos de segunda, sino que manifiesta una posición totalmente contraria a la diversidad cultural y el multilingüismo, realidades plenamente enraizadas en la Europa de nuestros días. Opiniones como las del manifiesto son peligrosas porque pueden conducir a la discriminación y a la violencia contra las minorías, acciones de las que por desgracia ya hemos sido testigo en otros contextos y momentos históricos.
Por otro lado, Telecinco no se ha limitado a adherirse públicamente a este texto, sino que su consejero delegado, el Sr. Paolo Vasile, ha ofrecido a los autores del manifiesto las instalaciones de su cadena para difundir estas ideas que, como acabo de decir, son contrarias a los principios democráticos tal y como se entienden actualmente. Este hecho reviste particular gravedad, ya que se trata de una intervención totalmente injustificada e inaceptable en el debate político por parte de un medio de comunicación en régimen de concesión del espacio radioeléctrico público, y por lo tanto constituye un uso abusivo e ilegítimo de su concesión.
Le ruego, pues, que instruya las medidas legales y administrativas oportunas para que Telecinco rectifique, y que llegue, si es necesario, a las sanciones económicas y a la cancelación de su licencia de emisión.
Carta al Ministre i al Ministeri d’Indústria, Turisme i Comerç de l’Estat Espanyol:
Benvolgut Sr. Miguel Sebastián Gascón,
Escric per expressar la meva enèrgica protesta per l’adhesió de Telecinco al “Manifiesto por la lengua común” que un grup d’intel·lectuals nacionalistes van publicar al diari EL MUNDO el proppassat 23 de juny, i per demanar-li que instrueixi els organismes reguladors de les concessions d’espai radioelèctric públic a intervenir davant d’un ús clarament il•legítim d’aquest espai públic.
Li prego, doncs, que prengui les mesures legals i administratives oportunes perquè Telecinco rectifiqui, arribant si és necessari a les sancions econòmiques i a la cancel•lació de la seva llicència d’emissió.
Ben cordialment,
Egregio Signor Miguel Sebastián Gascón,
Le scrivo per esprimere la mia energica protesta per l’adesione di Telecinco al “Manifiesto por la lengua común” [Manifesto per la lingua comune] che un gruppo di intellettuali nazionalisti ha pubblicato sul quotidiano EL MUNDO lo scorso 23 giugno e per chiederle l’intervento degli enti regolatori delle concessioni di spazio radioelettrico pubblico in risposta ad un uso così chiaramente illegittimo di questo spazio.
Distinti saluti,
Ben cordialment,
Letter to companies advertising on Telecinco:
Dear sir/madam,
Carta a las empresas anunciantes en Telecinco:
Signori/e,
Scrivo per informarvi che la catena televisiva Telecinco, su cui appare la pubblicità dei vostri prodotti e servizi, ha aderito al “Manifiesto por la lengua común” [Manifesto per la lingua comune] che un gruppo di intellettuali nazionalisti ha pubblicato sul quotidiano EL MUNDO lo scorso 23 giugno e che per tale motivo ho deciso di non sintonizzare più questa catena.